falangitis
En estos días en los que vivimos peligrosamente, las ideologías se convierten en un arma mortífera y ciega. El fuego salpica con su virulencia y todos caemos presas de su tortura. Franco la palmó hace ahora 31 años. Yo no le conocí, afortunadamente, pero sufro parte de su herencia, llena de su odio y necedad.
Hace ahora 5 años, realicé junto a mi querido Lupo Sol, el primer número de un frustrado fanzine llamado "Ojo de pez". En él, escribí un texto en el que hablaba de todo ese sentimiento, ese ardor guerrero, pero desde los vencidos, esa impotencia, ese no entender tanta estupidez y lo llamé "Falangitis". Ahora, en este nuevo invento llamado blog, lo rescato por su vigencia.
Tomé vuestros errores gélidos / y me duele la falange
Toser y cantar / un lamento de impotencia.
Falange ósea / monstruo vertebrado
que se crece y ataca.
¡Acata las órdenes / Y ataca los desórdenes!
Ya no oigo las trompetas / pero su eco me deja sordo.
Alguien no leyó el prospecto / y no vió las contraindicaciones
y efectos secundarios, y terciarios / de tanto acto primario.
Se nos atraganta el odio / que nos regalásteis
y de pura repulsión / se os imita.
Pero qué fuertes sois / que hasta muertos nos molestáis,
que una y otra vez renacéis.
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