sexo en el armario
Descubrí el armario con unos 10 años. Para una cría de esa edad la habitación de su hermano mayor es un reclamo ineludible. Siendo la única chica de la casa y la más pequeña, todos colaboraban para mantenerme en una atmósfera excesivamente infantil y al margen de toda amenaza externa.No recuerdo cómo entre a la habitación ni si estaba sola en casa, pero recuerdo encontrarme sentada en el suelo apartando con ansia a Zipi y Zape y a Mortadelo y Filemón porque sabía que ocultaban algo; y aún siento el sabor del miedo, miedo a ser descubierta, lo que conllevaría perder mi estatus de princesita de la casa.Las primeras imágenes que me vienen a la memoria son las fotos de Climax, las revistas de contactos y, especialmente, una revista porno en 3D con unas gafas en su interior de cartón y celofán rojo y azul, tipo las que regalaban Phosquitos en aquella época para su colección de cromos. Si fueron todo un descubrimiento las imágenes estáticas capturadas en rodajes de pelis porno o las poses insinuantes de los y las modelos, las gafas de Phosquitos me revelaron un mundo en movimiento que debía de estar desarrollándose en una realidad paralela. Así con un leve balanceo de cabeza y en rojo y azul, descubrí los movimientos básicos del sexo, las posturas clásicas y los efectos de tanta actividad en la anatomía humana.Ni que decir tiene que eso sólo fué el principio, que las visitas al armario prohibido se repitieron a lo largo de los años y que lejos de causarme un trauma irreversible, me hicieron partícipe, durante años sólo como espectadora, de un mundo que en aquella época (años 80) parecía exclusivamente concebido para hombres.
8 comentarios
Anónimo -
Amaia -
Yo que con el tiempo había empezado a pensar que esa revista era del gusto personal exclusivo de mi padre... y resulta que está extendido. Me alivia. Y lo que me alivia aún más aunque parezca mentira, es encontrar a estas alturas un testimonio de acercamiento al sexo con el que me siento tan identificada. gracias Rosa! un besazo!
koala -
todos tenemos nuestro pequeño escondite pero ¿que pasa cuando nos vamos de casa? nadie se molesta en llevarselas, ni siquiera en tirarlas, me acabo de dar cuenta que tengo todo el arsenal encasademispadres.
rosa -
javi -
rosa -
Por cierto qué buscaban las polillas en tu armario?
koala -
pseudonimo -
gracias por tu testimonio anónimo...