acostumbrados
Resulta, cuanto menos, preocupante, la capacidad que tenemos los seres humanos para acostumbrarnos a todo. A los trabajos, a las noticias, al entorno y su polución... Se está perdiendo la capacidad de lucha, no me refiero a las manifestaciones o huelgas (que también), sino al que empieza por uno mismo. El pensamiento crítico se ve enmudecido por el ruido (politono) del placer y el ocio, una cultura de hedonismo que nos regala un supuesto bienestar de usar y tirar. Nos estamos convirtiendo en cigarras que cantan dia a dia, sin pensar en fabricar una casa cuando lleguen las vacas flacas.
Trabajamos en condiciones lamentables, con contratos-contenedores de mierda, con la incertidumbre del mañana, con más condiciones que derechos y además no nos quejamos. Como mucho le lloriqueamos al compañero o nos descargamos en casa. Luego sonreimos a quién nos hipoteca los días.
Ponemos la televisión y vemos las noticias. Unos señores de corbata, con el dudoso poder de gobernar un pais (¿es el voto un cheque en blanco?), hablándose como niños en un patio de colegio. Escuchamos sin sorprendernos como se dicen cosas como "Terrorista", "jefe de los torturadores" y otras lindezas de alta literatura. Y estamos acostumbrados. Cayucos con cientos de emigrantes acojonados, muertos de frio o de hambre tratados como criminales, a los que se les niega un sueño, mientras que el enésimo alcalde se libra de la cárcel por su arrebato de generosidad economica. Vendavales que arrancan de cuajo la tranquilidad de otro país en vías de desarrollo, noticia relegada a un segundo plano por la noticia del día, alguna muerte de alguna folklórica o el penúltimo escarceo sexual de algún torero. Y no decimos nada. Ajusticiamientos familiares en un acto de amor desesperado, legalizaciones de bodas gay y su consiguiente condena por parte de los que nunca hablan cuando deben, la eterna amenaza de que las cosas van demasiado deprisa, y eso es perjudicial para la vida tradicional, la machista, la de la represión de las ideas, la de la guerra de hermanos. Y no parece que se quiera hacer nada contra todo esto.
Por su parte los medios nos duermen con las nanas del consumo, nos permiten votar y tener. No participar un poco en el día a día. Solo se han quedado con la segunda parte del Despotismo Ilustrado "Todo para el pueblo, sin el pueblo". A cambio acrecienta el circo y no tanto el pan, pero es que el circo es tan divertido...
Huelga decir que tanto amodorramiento provoca una abulia social que ya estamos pagando, pero que poco a poco está tomando tintes trágicos. No voy a caer en la tentación de vaticinar otra guerra civil (aunque es la frase de moda), pero es cierto que la crispación social (otra expresión de moda) se está poniendo muy fea. Lo malo de todo es que ya estamos demasiado acostumbrados.
2 comentarios
Lenchik -
koala -