tarde de cine con las sobrinas de 7 y 11 años, un buen plan para la tarde de sábado, disfruto viendo como para los niños ir al cine es un gran acontecimiento, pero me negaba a malgastar mi fin de semana viendo otra estúpida película infantil, busco en la cartelera y doy con la salvación "Pequeña Miss Sunshine", para mayores de 7 años (ha habido suerte), las desventuras de una peculiar familia norteamericana que tiene que hacer un viaje durante 3 días en una furgoneta Wolkswagen para que la pequeña de la familia pueda participar en la elección anual de Miss Sunshine, un concurso de belleza preadolescente.la entrada a la sala me reafirma en la elección, ni un sólo niño, aunque me sorprende la reacción de los adultos mirándonos por un ojo con desprecio acusador de malos educadores y por el otro con mirada recelosa y molesta por tener que compartir la película con dos menores, sí que son egoistas estos adultos ¿acasó nos mira mal algún niño cuando vamos a ver Harry Potter? yo, orgulloso de marcar la diferencia y poder mostrarles un cine que seguramente les aporte más que "Fofita, una foquita la mar de salada". comienza la película en tono altamente dramático, en un hospital, la madre va a recoger a su hermano que ha intentado suicidarse, tras ser abandonado por su amante gay e inmediatamente la pequeña lo lanza: "tío, ¿qué es suicidarse?" sí que es dificil labor la de educar a un niño..., decido que el suicidio es un concepto que con 7 años no se debe conocer, ante mi negativa rebota la pregunta a su hermana mayor, quien afortunadamente aún desconoce que en esta vida suceden cosas que te llevan a querer acabar con ella. pero lo que yo desconocía era lo realmente peculiar que resultarían el resto de los integrantes de la familia Hoover, un padre conferenciante motivacional desesperadamente optimista que tiene que luchar contra su propio fracaso, un hijo fanático de Nietzsche que decide hacer voto de silencio hasta que consiga entrar en la Academia de las Fuerzas Armadas y sólo se comunica a través de sus anotaciones en el cuaderno y un abuelo, malhablado hedonista, expulsado de la residencia por su adicción a esnifar heroína "tío, ¿qué hace?" "nada, la medicina", que lejos nos habíamos ido de Walt Disney, pensé que todos aquellos adultos con sus miradas amenazadoras tenían razón, me había equivocado, era un mal tío y estaba dispuesto a tirar la toalla y salir del cine, el abuelo tras un largo discurso a su nieto incitándole a practicar sexo con menores ahora que él también lo era y así no ir a la carcel, había comprado una buen colección de pornografía y no estaba dispuesto a escuchar otro "tío, ¿que hace el abuelo?"Decidí seguir adelante, explicarles el por que nos habíamos ido del cine podía ser aun más traumático y entonces, sucedió el milagro, la película dio un giro convirtiendose en la más destartalante comedia que nos iba mostrando el lado profundamente humano de una familia desestructurada como tantas otras, desdramatizando cada uno de los traumas que anteriormente nos había presentado, aprovechandose de ellos para llegar a las situaciones más absurdas.Terminamos todos llorando de risa, la sorpresa final no merece otra cosa, salimos aún sonriendo y mis sobrinas diciendo que era la película que más les había gustado de las que habían visto en el cine y que querían ver la segunda parte por que todas las películas la tienen, no seré yo quien les diga que la vida no.
8 comentarios
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fausto -
lucce -
koala -
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lucce -
Por cierto, creo que la banda sonora tiene buena pinta:recuerdo que en el trailer sonaba "Yeah yeah song" de los Flaming Lips. Un saludo desde fogones!!